La brecha nano

A pesar de varios avisos acerca de los riesgos para el medio-ambiente y para la salud, ningún gobierno nacional ha construído un marco regulador sobre el desarrollo nano. En el expediente NAAMNAAM las Naciones Unidas indican que la falta de una visión y regulación acerca de esta tecnología relativamente nueva y rapidamente creciente lleva a la formación de monopolios, lo que principalmente tendrá consecuencias para el Sur.

Existe una gran variedad de posibilidades de la nano-tecnología, dirigidas a partículas con un tamaño un poco más grande que el de los átomos y moléculas, según los partidarios. ‘En vez de plantear un árbol y cerrarlo a trozos con el fin de construir una mesa, vamos a ser capaces de plantear la mesa inmediatamente’, oraba el científico Rodney Brooks. Y aún más importante: la nano-tecnología ofrece enormes oportunidades para los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ya que los científicos entusiastas opinan que hay grandes oportunidades en el ámbito de la medicina, la salud, depuración de aguas y energía barata. ‘Desafortunadamente esto sólo sucedería en un mundo ideal y equitativo’, plantean los grupos de acción. ‘La realidad es otra.’ Los nuevos nano-materiales compuestos reducirían la importancia del té, café, cacao, frutas y materias primas como el cobre, caucho y platino. Y eso significaría una amenaza para las economías de suministradores de materias primas del Sur.

Los gobiernos de la Unión Europea, Asia y los Estados Unidos ya están invirtiendo enormes cantidades de dinero en programas de investigación en tecnología nano, que no necesariamente se dirigen en el ámbito de las ciencias sociales y humanas. De esta manera, de todos los ministerios gubernamentales el Ministerio de Defensa estadounidense recibió la mayor contribución de investigación en el ramo de la tecnología nano. Asimismo los países del Sur invierten en la investigación, es decir, al menos los países en transición como Brasil, China, la India y Turquía. Los países africanos, excepto Sudafrica, quedan atrás. Botswana es el único país africano donde se inició la investigación privada en la rama, por falta de apoyo por parte del gobierno.

Hasta la fecha el poder de la tecnología nano ya está concentrado con gran ventaja en las manos de unos pocos grandes jugadores en el mercado. Se juega muy rápido y duro por vía de patentes y derechos de propiedad intelectuales. En el año 2003 se otorgaron 8.630 patentes relativos a la tecnología nano, un aumento con 50 porciento frente al año 2000. A comparación: en el cuadro tecnológico más amplio las solicitudes de patentes subieron con sólo un 4 porciento. Ese comercio de patentes ya significa una barrera para mantenerse al día para los investigadores del Sur. Se enfrentan con un acceso limitado porque debe pasar primero por el peaje de los patentes.